“Hacía nueve años que los aqueos asediaban Troya: a menudo necesitaban víveres, o animales, o mujeres y entonces abandonaban el asedio e iban a procurarse lo que querían saqueando las ciudades vecinas. Ese día le tocó a Tebas, mi ciudad. Nos lo robaron todo y se lo llevaron a sus naves”. La cita corresponde a un fragmento de Homero, Ilíada, una recreación de la obra clásica a cargo del italiano Alessandro Baricco. El escritor le da voz a una serie de personajes y en este fragmento quien relata es Criseida, una joven raptada como regalo para Agamenón, el jefe de los aqueos. Sin embargo, Crises, padre de la muchacha, solicitó la ayuda de Apolo y el dios envió pestes sobre los griegos. Al cabo de nueve días, Agamenón cedió a las presiones y devolvió a Criseida a cambio de tomar a Briseida, quien era el botín de Aquiles, uno de los más bravos guerreros. “Canta, oh musa, la cólera del pélida Aquiles” comienza el primer verso de Homero y relata las desgracias que caen sobre los aqueos cuando éste decide retirarse de la batalla ofendido con Agamenón.
En las guerras de la antigüedad, el sitio de ciudades era una estrategia bélica que consistía en agotar la paciencia de los habitantes y los gobernantes del territorio cercado. La tentación de comenzar el ataque era grande y si se realizaba al inicio del asedio, las tropas enemigas estaban fuertes y dispuestas para el enfrentamiento. Si el tiempo pasaba, el hambre comenzaba a jugar su papel en la batalla y las enfermedades también. Entonces, las posibilidades de triunfar para los asediados eran mayores ya que se enfrentaban a un ejército debilitado. Sin Tebas –y las otras ciudades que asaltaron para abastecerse- los griegos no hubieran tenido tiempo de pensar en construir un caballo de madera para entrar en Troya. Moraleja: cuando se decide comenzar el sitio de una ciudad, es necesario resolver el abastecimiento.
Los antiguos griegos sostenían que los hechos narrados por Homero durante el siglo VIII antes de Cristo eran ciertos y habían ocurrido alrededor del siglo XIII antes del año cero. Seguramente sería difícil para aquellos hombres y mujeres imaginar que dos mil novecientos años más tarde, la guerra más importante se librara contra un virus microscópico y que una de las estrategias utilizadas para luchar contra él sea el sitio de localidades. Ninguno de los reconocidos sabios griegos podría haber profetizado jamás que, además, se dejara de lado la cuestión del abastecimiento al planear el sitio.
Sin embargo, el 10 de abril de 2020, cuando se determinó que Alta Gracia quedaría aislada del resto de las localidades, no se tuvo en cuenta el tema del suministro de elementos de primera necesidad, no solamente para la ciudad del tajamar sino también para todos los municipios y comunas que tienen una gran dependencia de ella. Para lugares como Anisacate, Valle de Anisacate, La Bolsa, Los Aromos, La Serranita, entre otros, Alta Gracia es Tebas.
La ciudad sitiada
Los mensajes de preocupación comenzaron a circular desde la siesta del viernes 10 cuando un audio del ministro de Gobierno Facundo Torres Lima anunciaba que, además de las disposiciones tomadas por el COE Nº8 Regional Alta Gracia que implicaban el aislamiento de Villa Parque Santa Ana y Villa del Prado, la misma medida se implementaría en la ciudad. Por la tarde, esa misma afirmación fue confirmada por el COE regional que ya había emitido dos comunicados diciendo que el aislamiento solo abarcaba la Autovía Atilio López desde Villa del Prado hasta el peaje. La nueva disposición venía desde el COE Central y tendría vigencia por catorce días a partir del sábado 11 de abril. Quienes debieran salir o entrar a Alta Gracia por diferentes motivos, principalmente tratamientos médicos y abastecimiento de alimentos o medicamentos, debían realizar un trámite en línea ante el COE Regional.
Ante la duda de qué casos estaban autorizados para circular fuera del ejido urbano y cuáles no, muchos vecinos decidieron acercarse a la sede del COE Nº8 en el Cine Teatro Monumental Sierras. Unos dos mil quinientos permisos para salir y entrar a la ciudad se emitieron entre el sábado y el domingo. Y más allá de que el trámite se podía realizar íntegramente desde la web, durante sábado, domingo, lunes y primeras horas del martes, se pudo ver una larga cola por Avenida Belgrano de vecinos gestionando sus autorizaciones.
Ese fue el inconveniente para los vecinos de Alta Gracia, pero los de localidades vecinas tuvieron otro tipo de problemas, algunos más acuciantes. En Villa del Prado, los habitantes realizaron protestas y en algunos casos se manifestaron frente a sus domicilios con cacerolas para reclamar por falta de agua potable y alimentos. La localidad no cuenta con supermercados, muy pocos comercios aceptan tarjetas y no tiene cajeros automáticos. Se esperaba que el jueves y viernes llegara un aparato móvil que había estado en Villa Parque Santa Ana desde el lunes. Sin embargo, fallas técnicas en el cajero en la primera localidad que hizo escala pusieron en duda, hasta el cierre de esta edición, que se fuera a concretar la instalación del móvil en la comuna o cuándo sucedería eso.
"Lo del aislamiento nos agarró de sorpresa. No tenemos agua potable ni de red. No tenemos agua para nuestros chicos. Todo es engorroso. Nos piden paciencia pero no tenemos agua ni nos dan soluciones. Cuando no tenés pan en la mesa para tus hijos, no se puede tener paciencia", aseguró Sandra, vecina de Villa del Prado a Sumario Noticias. "Los vecinos están desesperados. Nos estamos quedando sin efectivo. Si nos aíslan nos tienen que dar una solución, porque si no nos mata el coronavirus, nos vas a matar el hambre. Jamás pensamos en vivir esto, es una pesadilla", agregó la mujer.
Pero otros lugares que no estuvieron aislados en ningún momento también se vieron en serias complicaciones a causa del aislamiento. La falta de cajeros automáticos, supermercados, estaciones de GNC, farmacias, entre otros rubros en localidades aledañas a Alta Gracia generaron serios inconvenientes.
“Hemos iniciado gestiones con la gente del COE para ver si hubiera posibilidad de que los vecinos de Anisacate accedieran, aunque fuera en un horario diferente, al Súper Mami y a la estación de servicio que está justo enfrente” explicaba el lunes pasado Ramón Zalazar, intendente de Anisacate a Siempre Radio 93.3. “Pero nos han dicho que no, porque de todas maneras las personas que trabajan y atienden en esos lugares son de Alta Gracia” concluía Zalazar.
Vecinos de Villa Montenegro, que trabajan en rubros exceptuados en la ciudad de Córdoba, debían tomar la ruta que conecta la 5 con la 36, pasando por Villa San Isidro y Los Molinos, para poder llegar a sus lugares de trabajo. En Villa Los Aromos, la Comuna y Defensa Civil establecieron un sistema de abastecimiento de medicamentos en donde los pacientes encargaban a su farmacia en Alta Gracia por teléfono, llevaban la receta al dispensario o sala de primeros auxilios y personal de Defensa Civil iba a la ciudad a retirarlos para llevarlos nuevamente al centro de salud y que los vecinos los pudieran buscar.
El fin del asedio
El pasado jueves 9, se confirmó que un hombre que estaba internado en el Sanatorio Alta Gracia con diagnóstico de neumonía bilateral, padecía coronavirus covid-19. Luego de hisopar a todo el grupo familiar, se determinó que cinco habitantes de la misma vivienda también estaban infectados con el virus. Una de sus hijas fue internada en el Hospital Rawson, de la ciudad de Córdoba y el anciano que había sido ingresado en Alta Gracia no pudo ser trasladado debido a su delicado estado de salud. La familia es oriunda de Villa Parque Santa Ana, pero había realizado trámites y compras en Alta Gracia. Además, el hombre había sido atendido en el dispensario de Santa Ana sin ser tratado como caso sospechoso de covid-19 porque no había viajado al extranjero ni estado en contacto estrecho con ningún viajero.
Esos antecedentes encendieron todas las luces de alarma en Alta Gracia, Villa del Prado y Villa Parque Santa Ana. Por ese motivo, se decidió realizar el aislamiento de las tres localidades. Sin embargo, cuatro días más tarde, se contó con el resultado de muchos de los testeos realizados a personal de seguridad, de salud y de atención al público en Alta Graci. No había arrojado ningún caso positivo de covid-19 y el COE puso los motores en reversa. De manera que el aislamiento impuesto sobre Alta Gracia fue levantado y se permitió la circulación de todas aquellas personas que contaran con el Certificado Único Habilitante de Circulación o las declaraciones juradas correspondientes a las distintas actividades laborales exceptuadas.
Los resultados negativos no implican que esas personas no vayan necesariamente a contagiarse. Pero un alto porcentaje de testeos en la población ayuda a no dejar entrar al caballo de madera a la Troya amurallada. Si se detectan casos asintomáticos entre quienes están en contacto con otras personas, se puede evitar que se disperse el virus y que el contagio sea masivo.
¡A sus puestos para la batalla!
El fin del asedio no implicó un cese de las hostilidades en la guerra contra el virus microscópico. Al contrario, las medidas que se tomaron coincidieron con las declaraciones del intendente de Alta Gracia, Marcos Torres Lima, quien señaló en numerosas oportunidades, “vamos bien, estamos haciendo un buen trabajo, pero no nos tenemos que relajar”. Desde el inicio de la pandemia, la directora del Hospital Arturo Illia, Mariana Garay, señaló: "Estamos trabajando y preparándonos con la Municipalidad y las comunas para establecer estrategias pensando en el escenario más difícil, el cual esperamos que nunca llegue ¡Pero debemos anticipar!". Bajo esa lógica, se realizaron varias acciones tendientes a contener el famoso “pico de la curva” epidemiológica.
Un centro de asistencia en la Colonia José María Paz, un centro de salud en el Polideportivo Municipal, un helicóptero, un avión sanitario y una ambulancia de alta complejidad fueron algunos de los elementos que se pusieron a disposición del COE Nº8. Además, se instalaron dos puestos sanitarios: uno en la calle Belisario Roldán casi esquina Dino Carignani y otro en la Plaza Solares.
La Colonia José María Paz se puso la última semana a disposición del COE Nº8 para hacerle frente a la pandemia del coronavirus covid-19. Las autoridades del Centro de Operaciones de Emergencia decidieron que será utilizada como espacio para aquellos pacientes que tengan síntomas leves del virus, no necesiten internación ni asistencia de complejidad y no tengan un espacio en el que realizar el aislamiento dentro de sus hogares. Para ello, se desinfectó el edificio y se dispusieron 110 camas, con la infraestructura para abastecer a esa cantidad de pacientes en alimentos y atención sanitaria.
Por otra parte, el gobierno de la Provincia entregó al Hospital Regional Arturo Illia una ambulancia que permitirá funcionar como unidad crítica de traslado. Además, una empresa de emergencias médicas puso a disposición del COE Nº8 un helicóptero y un avión sanitario, que permitirán realizar traslados urgentes a la ciudad de Córdoba. Especialmente, teniendo en cuenta que el COE regional abarca los departamentos Santa María, Calamuchita y parte de Tercero Arriba, incluyendo un total de cincuenta y cuatro localidades, estos vehículos aéreos podrán ayudar en el traslado de pacientes de sitios más alejados a la capital provincial.
Inicio de las hostilidades
Con cada actor en su puesto de batalla, Alta Gracia está preparada para que la pandemia se desarrolle en un grado mucho más complicado del que hasta ahora se ha visto en el país. Más allá de los deseos sean que eso no ocurra y que todas las medidas puedan ser calificadas en el futuro como una exageración en el cuidado, la estrategia para luchar contra el virus está definida. Ahora, solo queda esperar a ver cuál es el próximo ataque del enemigo y comenzar la férrea defensa.
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