Tres generaciones en dos ruedas

EDICIÓN IMPRESA

Sociedad 12 de octubre de 2018 Diario Sumario

A finales de los 40´ miles de personas llegaron a Argentina desde Europa escapando del hambre y los estragos causados por la Segunda Guerra Mundial. Con la idea de brindar una nueva vida a sus familias, empezando muchos desde cero, se instalaron en diferentes regiones del país para trabajar como empleados o iniciando emprendimientos propios. Uno de los tantos ejemplos en Alta Gracia fueron los hermanos Pavin. Ítalo, Guido y Bruno, se instalaron en Alta Gracia a principios de los años ´50, comenzando con uno de los negocios más tradicionales de la ciudad que continúa hasta hoy: la Bicicletería Pavin. Después de 65 años de trayectoria, la tercera generación de Pavín se hace cargo de este negocio familiar que atravesó con éxito las adversidades económicas y los altibajos de la historia.
“Mi abuelo y sus dos hermanos eran inmigrantes italianos. Llegaron al país después de la Segunda Guerra Mundial, como muchas otras familias que escaparon del hambre y la muerte. Ítalo,  Guido – mi abuelo – y  Bruno, llegaron sin nada, y de cero armaron todo esto”, recuerda Cristian Pavín, el hijo mayor de Juan Carlos, a su vez hijo de Guido y uno de los históricos que continúa trabajando en el negocio, a pesar de estar ya jubilado.
Al llegar a Alta Gracia, los hermanos Pavin abrieron en 1953 su primer local en la esquina de las calles Dálinger y México. Estuvieron allí los primeros años, y después de un tiempo logran juntar un poco de dinero para comprar el local comercial en el que se encuentran en la actualidad, ubicado en la calle Liniers 97. En principio, era un taller que arreglaba motos y bicicletas. Pero las exigencias de una economía difícil y cambiante, hizo que el rubro se reinventara constantemente convirtiéndose unos años en una concesionaria de motos y después en un taller en donde además se vendían repuestos. “Se hacía un poco de todo. Siempre nos vamos acomodando a lo que sea más redituable. En los ´70 y ´80 fue más concesionaria de motos y bicicletería, después fue más bicicletería y menos motos y después sólo bicicletas. Nos vamos acomodando en base a la demanda, pero siempre en el rubro de las dos ruedas”, aclaró Cristian. 
La elección del rubro pudo ser consecuencia de las costumbres europeas. “Ellos siempre se manejaron en moto y en bici. Estaban muy acostumbrados a ese medio de transporte y de hecho uno de los hermanos de mi abuelo fue aprendiz en un taller de moto. Al aprender la profesión arrancaron por ese lado”.

Los avatares de la historia
A lo largo de 65 años, el negocio familiar pasó por diferentes momentos, que hicieron fundamental la necesidad de reinventarse para poder continuar ofreciendo sus productos al mercado. “Hemos enfrentado todo tipo de crisis y problemas. Un momento muy difícil fue el de la hiperinflación. Perdimos mucha mercadería y sólo nos dedicamos a sobrevivir. Fue un momento muy duro. Después las cosas mejoraron. Había muchos productos nacionales de buena calidad, pero cuando en los ´90 se abrió la importación de forma desmedida, fue un gran problema. La mentira del 1 a 1 hizo que se llenara de cosas importadas. Había una sobreoferta, pero no había plata para consumir y eso fue un gran problema”.
La actual coyuntura económica presenta un nuevo desafío para el negocio familiar. “Hoy la gente no consume. Yo creo que nos ayuda mucho el tema de la trayectoria que tenemos en la ciudad. Si bien vendemos mucho menos, al ser dueños del local y que el negocio este atendido por sus propios dueños, no estamos atravesando una situación de emergencia. Pero sabemos de colegas de otros comercios que la están pasando muy mal. Los años y la trayectoria nos han dado cierta seguridad, pero el único secreto es seguir trabajando”.

Comprometidos con el deporte y la comunidad
La carrera deportiva de los Pavín en el circuito de las carreras de motocicletas y de bici empezó en los ‘70. Además, su aporte a la comunidad, colaborando con corredores y nuevos talentos se extiende hasta la actualidad. “En los ‘90, con mi hermano participamos en BMX por 10 años y corrimos a nivel zonal, nacional e internacional. A mediados del 2000, cuando agarramos el negocio, armamos un equipo para tratar de incentivar y esponsorear a talentos locales en el tema del Mountain Bike. Lo hicimos un par de años hasta donde nos dio. Era una ayuda, un incentivo para los corredores. Después nos metimos con el tema del ciclismo amateur, colaborando con esas personas que se acercan al mundo de la bicicleta desde un lugar no tan competitivo”. 

Una tradición heredada
“Cuando por cuestiones de edad, mi abuelo y sus hermanos fueron alejándose del negocio,mi padre Juan Carlos y mis tíos se hicieron cargo, pero mi papá fue el que más dedicación le puso, porque estaba todo el día acá metido. Él ya se jubiló, aunque sigue trabajando pero mucho más tranquilo. Ahora administramos el negocio mi hermano – Guido – y yo, con mi hermana – Mariela – que muchas veces viene a ayudar”.
La cuarta generación de Pavin ya se va entrenando en el negocio familiar con la esperanza de tomar las riendas y seguir con una tradición que cruzó el Atlántico. 
 

Te puede interesar
a tu lado

Despeñaderos: se realizó el primer encuentro del programa “A tu lado”

Redacción SN
Sociedad 21 de marzo de 2024

En este proyecto trabajan conjuntamente el personal de salud municipal y Punto Mujer acompañando a embarazadas desde un enfoque integral. “Queremos estar lo más cerca posible de ellas y que sientan la compañía del grupo en todo el proceso”, dijo Gisela Acosta, referente de esta iniciativa en la localidad.

Ranking

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email