Plascar dejó en la calle a 30 familias de Alta Gracia

Más de 240 trabajadores cordobeses perdieron el trabajo que realizaban para la empresa Plascar. Entre ellos, 30 son de Alta Gracia.

Plascar produce piezas de plástico internas y externas para vehículos. Entre sus principales productos se encuentran puertas, laterales de puerta y paragolpes. La firma tiene más de 30 años y la mayor producción se destinaba a la planta de Renault y Fiat, donde se estampaba la chapa, ensamblaban las partes y se pintaban. Pero el 28 de agosto, 243 empleados recibieron el telegrama de despido donde se les notificó que el 31 de octubre sería su último día de trabajo "por falta de tareas no imputables al empleador…y se pone a su disposición la indemnización prevista en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo”, detalla el comunicado.

La Ley de Contrato de Trabajo -Nº 20.744- dispone en su artículo 247: "En los casos en que el despido fuese dispuesto por causa de fuerza mayor o por falta o disminución de trabajo no imputable al empleador fehacientemente justificada, el trabajador tendrá derecho a percibir una indemnización equivalente a la mitad de la prevista”. Sin embargo, Alejandro Rodríguez -Secretario General del Sindicato Unión Obreros y Empleados Plásticos (UOYEP), que nuclea a los trabajadores de Plascar-, manifestó a este medio que "el dueño debe regirse por el artículo 245 de la ley, que prevé pagar la indemnización por antigüedad o despido y no el 50 por ciento de la misma”.  Además, agregó que están haciendo todo lo posible para que sean reincorporados los empleados a sus fuentes de trabajo, y no que sólo se otorguen paliativas de subsidios. "Queremos que el gobernador (Juan) Schiaretti nos dé una mano como lo hizo con Sancor en su momento”, dijo.

Plascar es una multinacional ubicada en el Parque Industrial de Ferreyra, en la ciudad de Córdoba. En 2012 llegó a ser la tercera firma de mayor facturación del sector autopartista, por encima de grandes empresas como Bosch, Lear o Taranto -según datos de la Revista Prensa Económica-. En el 2014, los dueños brasileros dieron un paso al costado de la firma y pasó a manos de Cristian Ariel Fillipczak, de Buenos Aires. Finalmente, este año, cierra sus puertas dejando a casi 1200 personas sin la entrada de un sueldo fijo. 

Malas noticias

"El dueño nos dijo en la cara que no tenía plata para pagarnos. Aún nos debe la segunda quincena de agosto. 'Con el telegrama deben reclamarle a Fiat y a Renault, que son responsables solidarios del cierre de la fábrica', nos dijo”, manifestó Claudio Romero, de 49 años, empleado de Plascar. Él ingresó a trabajar en el 2011 y "ya en el 2013, había comenzado a notarse un poco la crisis”. 

Romero hace seis años que mantiene con ese empleo a su señora y a su hija. Hoy debe volver al oficio de herrero, el cual retomaba en sus tiempos libres como un extra. Muy preocupado, planteó: "cómo puede ser que una persona deje en la calle a tanta gente sin pagarle un peso, y que ni el Gobierno ni la Justicia hagan algo. Uno con esta edad ya no consigue un trabajo estable, menos quienes tienen 60 años y le dedicaron su vida a la fábrica”. El empleado sostiene que el dueño "invirtió en un momento para los trabajos de Fiat y Renault, que en un principio pedían de a 100 paragolpes por día, y luego pasamos a trabajar sobre 16 por día, entonces comenzaba la caída de producción”.

A su vez, indicó que Filipczak empezó a bajar la calidad a las piezas, eso redujo el costo y pero generó conflictos con las automotrices.

Romero expresó su profundo malestar por la situación propia y por la de sus compañeros. Preocupado porque la obra social ya no recibe los pagos de la empresa y pronto se dará de baja para su familia, va todos los días a la fábrica en grupo con otros colegas de la ciudad, "con la esperanza de que alguien nos dé una solución”.

Dardo Maldonado es también vecino de esta ciudad. Él tiene 60 años, de los cuales 24 le dedicó a Plascar, y recuerda con amargura el día que le llegó el telegrama: "Pensábamos que era para algunos, no para todos, más allá de que la fábrica venía en crisis”.

Pero al otro día del aviso de despido, "el dueño se presentó y dijo que la empresa estaba en quiebra y que no había plata para los sueldos”. De los 243 empleados hay quienes tienen hasta 30 años de antigüedad, mientras que el que menos tiene lleva seis años de trabajo.

Maldonado cuenta que él comenzó a trabajar con los dueños brasileros, y que éstos "apostaban más a la calidad que a la cantidad de la pieza, y eso llevaba bien a la fábrica. Pero desde hace unos tres años la nueva firma viene con serias dificultades”.

La fuente de trabajo de Maldonado es el único ingreso fijo de su hogar, donde vive con su señora, tiene hijos y nietos también. "A esta edad no voy a conseguir nada y no llegaron a pagarnos siquiera la segunda quincena de agosto, menos nos van a pagar lo que nos van a quedar debiendo. Nosotros creímos que teníamos trabajo hasta el 31 de octubre como lo dice el telegrama, pero ya el día 28 no había más nada para hacer. Nos presentamos y no hacemos nada. Pero vamos a estar sentados para que nadie entre a sacar nada”, indicó angustiado Beto, como le dicen sus compañeros. Quien también agregó que hoy no tienen ni luz, ni agua en la fábrica.

En relación al sindicato, Beto resaltó que "está peleando, pero van y vienen del Ministerio de Trabajo, están de reuniones en reuniones y nos piden que esperemos, que están tratado de buscarle una solución”.  Mientras tanto, gasta 200 pesos por día para viajar hasta la fábrica. "Pero ya no me queda más”, asegura.

"Teníamos la esperanza de que Renault y Fiat nos tomaran como empleados, pero en una de las reuniones se presentó el abogado de Renault y dejó en claro que la empresa no iba a tomar a ningún empleado”, indicó Romero, que a la vez expresó su opinión en este sentido: "Plascar se hizo odiar con estas empresas, entre abaratar costos, la falta de inversión y que él pensaba que los tenía debajo suyo, se olvidó que ellos nos proveían de trabajo”.

El gobernador de la Provincia de Córdoba, Juan Schiaretti dejó en claro que hará todo lo posible para ayudar a estas familias, porque "que una empresa tan grande cierre va en contramano de la industria”. A su vez agregó que ayudarán a los desempleados como lo hicieron con Sancor.

Entre las alternativas, se intenta buscar un empresario que se haga cargo de la fábrica o reubicar a los damnificados en otras autopartistas. En este sentido, Máximo Donsino, es uno de los empresarios interesados y está presente en cada reunión confirmando su voluntad de avanzar para la continuidad parcial de la planta. "Ya que sólo tomaría a 80 de los 243 empleados, y sin reconocimiento de la antigüedad”, expresó.

"Los cortes empezaron gracias a los chicos que dieron la punta, no de los delegados”, resaltó Romero. Los trabajadores continuarán con las manifestaciones ya que "no hay nada concreto”, "tanto en el centro como en la ruta del Parque Industrial de Ferreyra”. También "estamos presentes la mayoría de los compañeros en las reuniones”, remarcó Romero. Si bien sostiene que el 1 de noviembre "seguro aparece Gendarmería y nos saca de allí porque ya no pertenecemos más, nosotros no nos vamos a mover”.

Durante 10 años, la venta de automóviles 0 kilómetro creció de manera sostenida, corriendo igual suerte las fábricas autopartistas que actuaban de proveedoras de las automotrices.  Y en este sentido, la decisión de Renault de dejar de fabricar el modelo Clio en Córdoba, forma parte de una medida política que repercutió fuertemente en la estructura de Plascar. Al igual que el proyecto de ensamblar tres nuevos vehículos: Sandero, Sandero Stepway y Logan, y tres pick-ups a partir de 2018: Renault Alskan, Nissan Frontier y una para Mercedes Benz. Autos que se terminarán en Córdoba con un porcentaje mayoritario de partes importadas.

La realidad es que hoy hay una fábrica cerrada con 243 trabajadores cordobeses en la calle, perdiendo así la posibilidad de producir manufacturas de origen nacional. Este panorama indica que la inversión extranjera directa, por sí sola, genera, en el mediano plazo, más problemas que soluciones.