"En una sociedad violenta, nadie está exento de cometer un delito"

EDICIÓN IMPRESA

Sociedad 09 de diciembre de 2016 Diario Sumario
(Alta Gracia, de nuestra redacción) El Fiscal Alejandro Peralta Ottonello, a cargo de la fiscalía de turno dos de Alta Gracia, investiga e investigó dos de las causas más resonantes de los últimos tiempos en la ciudad: el femicidio de Johana Altamirano y el asesinato de Pablo "Paco” García, causa que ya fue elevada a juicio y que fue calificada por el fiscal como una de las más difíciles que le tocó llevar adelante. 

¿Cuáles cree que son las mayores preocupaciones en el ámbito judicial dentro del Departamento?
Creo que la mayor preocupación es el importante incremento de los casos de violencia familiar. La problemática está vigente y en auge, sobre todo la reincidencia. La violencia es un ciclo que lamentablemente tiende a cumplirse. Por momentos la cantidad de detenidos por violencia familiar superó a los detenidos por daño a la propiedad. De los 4000 sumarios iniciados, más de 1000 son por violencia, y esos casos merecen una respuesta, porque la estadística indica que se van a repetir. Si no se disponen las medidas que se corresponden, no sabemos en qué puede terminar. El porcentaje de mujeres que denuncian es mucho mayor que el de los hombres, y todo tiene que ver con el machismo que está inserto en la sociedad, que lleva a un desequilibrio en todos los ámbitos y estratos sociales.

¿Preocupa el tema de las usurpaciones?
Si, ese es otro de los problemas que más nos preocupan. La usurpación es un delito que está también en auge y es de difícil investigación. Los organismos estatales tienen que tener un mayor compromiso para poder prevenir esos hechos, registrando todos los inmuebles y supervisándolos, y también en la colaboración de la investigación. 
También en los últimos tiempos hemos tenido preocupación en algunas zonas por el tema de los abigeatos. Lo que hace algunos años no tenía tanto valor, como los animales, hoy es un bien apetecible para cualquier autor de un robo. Este tipo de delitos tiene penas muchos más altas, pero no tenemos demasiados casos de esclarecimiento.  

¿Aumentó la cantidad de menores que protagonizan ese tipo de hechos? 
Hay un incremento importante y eso crece a la par del consumo de alcohol y drogas. Hemos visto muchos procedimientos de FPA y eso demuestra que la droga está, y no en un sólo lugar, sino que está en todos lados, y eso va de la mano con el incremento de la delincuencia en los jóvenes. De todos modos, creo que hay una estigmatización de que el delincuente cumple con ciertos requisitos, pero potencialmente la sociedad en sí ha perdido bastantes valores y reglas, y nadie está exento de cometer algún hecho delictivo. La sociedad violenta e intolerante, que no conoce o no resiste los no, y que tiene baja tolerancia a las frustraciones es muy vulnerable. La gente no tiene modelos a seguir ni referentes, y eso hace que se facilite la violación a la norma. Si se lograran establecer políticas de Estado más claras y más serias a lo largo del tiempo, el funcionamiento de la sociedad sería mucho mejor.

¿Cuál fue el caso más resonante para usted de este año?
El caso de Paco García fue muy dificultoso en la investigación. Fue una causa que ya recibimos en parte instruida, con una conmoción y un reclamo social muy grande. Yo entendí que se debían hacer y agregar varias cosas, tratando de respetar siempre los derechos de la víctima y también de las tres personas imputadas. Se realizó un estudio muy pormenorizado, no sólo de la causa, sino de todas las circunstancias que rodearon el hecho, abstrayéndose un poco de todos los reclamos y la conmoción social que se había generado. Fue necesario imbuirse en el tema de la actividad de la caza, para llevar adelante la causa y abarcar todos los aspectos del tema, para luego lograr que se dictara la prisión preventiva de los tres imputados y que se lograra la carátula que tiene hoy. Tanto el caso de Johana Altamirano como el de Paco García fueron muy importantes. La diferencia es que el caso de Johana fue nuestro desde el principio, y no hubo que resolver sobre circunstancias ajenas al conocimiento común de la gente. 

¿Cómo juegan las presiones de la sociedad en el trabajo que tiene que realizar la Justicia?
En mi caso, las presiones no influyen en el resultado de la causa. El interés de una persona que se ve involucrada en una causa, nos genera una presión mucho mayor de brindar una respuesta, esté la persona de acuerdo con la respuesta o no. Puntualmente el reclamo individual o colectivo nos genera un doble compromiso, para resolver las causas lo más rápido y eficaz que se pueda. Es real que hay causas que tienen más prioridad que otras.

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