Hasta que otra muerte libere una cama

LA NOTA DE DOMINGO

Opinión 23 de mayo de 2021 Diario Sumario

El pasado jueves, con la ciudad ya al borde de los cien casos diarios de Covid 19, la directora de la Clínica Santa María fue contundente:  "Tendremos que hacer malabarismos para conseguir camas", dijo Liliana Bargi mientras describía la crítica situación de centro de salud a su cargo. Es simple: Alta Gracia cuenta con una escasa capacidad en las terapias intensivas. El Hospital Arturo Illia cuenta con la mayor cantidad de camas UTI: ocho, sí, solamente ocho y después que se ampliara en marzo pasado.

El mismo día en que la alarma se encendía en la Clínica Santa María, la directora del Illia, Mariana Garay, anunciaba que la terapia del hospital quedaba reservada exclusivamente para pacientes con Covid 19, en tanto los enfermos con otras patologías serían derivados a Río Tercero y Villa del Rosario.

La semana no había comenzado nada bien. Tres días antes, el lunes 17, Miguel Díaz, director del Hospital Rawson -en la capital provincial- había informado que la ocupación de camas UTI había llegado al 95%. La consecuencia fue inmediata: "En realidad, lo que pasa es que estamos teniendo derivación alta de pacientes Covid", reconoció Garay en Alta Gracia.

Alta Gracia reportó 65 casos el martes, 74 el miércoles; 97 el jueves y 102 el viernes. En el mismo período, la provincia informó 4.032 casos el martes, 3.855 el miércoles, 3.442 el jueves y 2.781 el viernes. Al cierre de este artículo, Córdoba batía su récord del martes y registraba 4.139 contagios en 24 horas. Las matemáticas hablan y en la semana que ya se asoma el colapso del sistema de salud dejaría de ser virtual para quedar expuesto en su más dramática dimensión: las únicas camas disponibles en terapia intensiva serán las que los muertos cedan a sus sucesores.

A esta altura, al gobierno provincial lo amenaza la foto de pacientes en camillas atendidos en los pasillos de los hospitales. “Córdoba es el distrito más flexibilizado del país, por el esfuerzo de los cordobeses y del gobierno provincial, pero en esta oportunidad no tenemos margen para tomar medidas por fuera de las disposiciones nacionales”, dijo el ministro de gobierno Facundo Torres Lima a la hora de informar que la provincia iba a "adherir" a las medidas sanitarias anunciadas el jueves a la noche por el Presidente.

Un sondeo en línea realizado por Sumario Noticias entre los visitantes del sitio, reveló un altísimo apoyo a las restricciones impulsadas por el gobierno nacional, con un dato revelador: entre el 63% de acuerdo con estas medidas, el 44% consideró que Córdoba debería haberlas adoptado antes.

 

Otra vez en el centro

En esta virulentamente compleja semana, el Intendente de Alta Gracia abrió el juego hacia el gabinete, reservándose los goles. Los secretarios Iván Poletta (Gobierno) y Mariano Agazzi (Desarrollo Social y Salud) fueron voceros de algunas acciones de la gestión municipal, en tanto Marcos Torres Lima anunció la apertura de un nuevo centro de testeo en Barrio Córdoba y un bono de diez mil pesos para el personal de salud municipal. Con la medida -que implica una inversión de casi 1,5 millones de pesos- el jefe del gobierno local se anticipó a anuncios similares que días después concretaron tanto la Nación como la Provincia.

 

Sin embargo, sobre el fin de semana -y ya en vigencia las restricciones previstas en el DNU nacional- el conflicto estalló frente a la sede del Ejecutivo Municipal cuando un grupo de comerciantes de rubros "no esenciales" -encabezados por el Centro de Comercio- protestó por los cierres de sus establecimientos durante nueve días. Finalmente se llegó a un acuerdo y esos comerciantes podrán trabajar a puertas cerradas, bajo la modalidad de venta en línea o telefónica y reparto a domicilio.

En la protesta de los comerciantes quedó expuesta una vez más la histórica desigualdad que sufren pequeños y medianos emprendedores frente al poder concentrado, de la cual las cadenas de supermercados son una de sus principales expresiones. Por un lado, fueron los grandes beneficiados de la política social del gobierno nacional, quedándose con prácticamente la totalidad de los miles de millones destinados a la Tarjeta Alimentar, mientras que por el otro, su calidad de "esenciales" los puso a salvo del freno de la actividad, ya que no cerraron ni un sólo día desde que comenzó la pandemia. Y como si fuera poco, cuando se tiene en cuenta su capacidad de lobby judicial, muchas veces se trata de los actores más difíciles de controlar.  La queja de los comerciantes "no esenciales" apuntó a la venta de productos "no esenciales" en las habilitadas grandes superficies comerciales "esenciales". En ese sentido, resultó muy interesante el anuncio de Torres Lima, quien pretende llegar a un acuerdo con los supermercados para que no comercialicen esos productos. Obviamente, no existen demasiadas herramientas técnico legales para sellar un acuerdo de ese tipo, que quedará librado al eventual interés en conservar buenas relaciones. "Es que el DNU no aclara nada y los super también son comercios de cercanía", aclaró el Intendente y aclaró que "Becerra nos atendió bien".

Los hermanos Alejandro y Martín Becerra recibieron a Marcos Torres Lima.

Supermercados Becerra colocó fajas en las góndolas con productos "no esenciales".

 

"Somos los gobernantes de la pandemia y así nos recordarán, nos habrá tocado sobrepasar el momento más difícil del mundo", dijo Alberto Fernández el último 17 de octubre, durante el acto en que se conmemoraron 75 años desde el nacimiento del peronismo. Siete meses después, la frase adquiere mayor dimensión, aplica tanto a nivel nacional como provincial y municipal y es justamente en las ciudades pequeñas o medianas donde hay margen para la creatividad en el cuidado de la salud.

La peor cara de la segunda ola recién está asomando. Mucha política necesitarán los gobernantes de la pandemia para salir ilesos.

 

 

 

 

 

 

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