Carolina Rojo: "Fue importante realzar a Leonor como creadora del ritmo del cuarteto"

“Ella es la madre

del tunga tunga cordobés

hoy quiero cantarle

pianito querido sonarás otra vez”

Madre baile, de Vivi Pozzebón

 

La realización del videoclip de la canción “Madre baile”, de Vivi Pozzebón, fue el disparador para un documental que rescate la historia del cuarteto, haciendo hincapié en el rol, la presencia y ausencia de la mujer en el escenario cordobés. Los días de filmación en la feria de frutas y verduras de barrio Güemes comenzaron a gestar la idea. La revelación de que muy pocos conocían que el “Cuarteto Leo” se llamaba así por una mujer, Leonor Manzano, despertó en Carolina Rojo la idea de contar esa historia. Aún más, que fueran los propios protagonistas quienes relataran el origen del tunga tunga.

 

Tomando el nombre del tema de Pozzebón, el documental de 110 minutos les da voz a los artistas. Entre ellos, a Magui Olave o Lorena Jiménez, quienes a pesar de ser parientes de cuarteteros icónicos, necesitan clamar por presencia y respeto en la actividad musical.

En diálogo con Sumario Noticias, la directora y guionista de Madre Baile rememora cómo surgió la idea de hacer el documental que se puede ver gratuitamente por la plataforma Contar, en el marco del Festival Escenario 2 (cine + música).

 

¿Cómo surge la propuesta de hacer el documental?

Se nos ocurrió en 2012, cuando estuvimos haciendo el rodaje del videoclip “Madre baile”, de Vivi Pozzebón. Nos fuimos dando cuenta de que había mucha gente que no conocía la historia de la Leo, de cómo nació este ritmo. Nos íbamos encontrando con gente en la calle que nos preguntaba quién era la Leo y por qué esa canción. Casi nadie sabía de dónde venía el nombre “Cuarteto Leo”, pensaban que era un nombre casual o de un hombre… Creo que fue muy importante esa canción para ponerla como creadora del ritmo a ella. Por eso, también nos pareció que estaba buenísimo que Vivi sea la entrevistadora.

En 2014, empezamos a escribirla y tres años más tarde conseguimos un subsidio de INCAA para poder filmarla.

 

¿Cuánto tiempo llevó toda la producción hasta que estuvo lista?

Es difícil contar el tiempo, porque no fue seguido de corrido. Llevó mucho tiempo de trabajo, 2018 y 2019 fue lo más intenso, pero no estuvimos todo el año dedicados exclusivamente a ese proyecto. Además, había que coordinar los horarios de todos los artistas, los entrevistados, Vivi.

 

¿Cuánta gente participó?

El equipo técnico ya fue grande: íbamos el productor, sonidista, directora de arte, maquilladora, dos cámaras, dirección de fotografía, Vivi, el entrevistado… En el camino fuimos reemplazando a algunos integrantes porque nacieron hijos, algunos se fueron de viaje o a vivir a otro lado, hubo un grupo muy grande participando en este proyecto.

¿La pandemia afectó o demoró el proyecto o ya estaba en una etapa de posproducción?

Ya era más que nada el montaje. Nos agarró en pandemia la posproducción de sonido y el color de la película.

 

¿Qué sensaciones tenés mientras se está presentando?

Por un lado alivio, porque pudimos llevar a cabo esto que venimos pensando hace tanto. Y también compartir los distintos pareceres, las distintas cosas que va generando en quienes ven la película.

 

¿Qué devoluciones recibiste?

Es muy extraño que suceda en este momento, cuando mucha gente extraña el baile. Entonces de pronto nos mandan videítos ahí bailando al final de la película o una foto con un fernetcito. Es para muchos una forma de hacer una salidita a través de la pantalla. Y también la cuestión de que hay muchos que no conocían la historia de algo que consumen a diario.