“Quiero que me recuerden como un buen tipo”

ENTREVISTA. Marcos Torres Lima

Edición Impresa 20 de diciembre de 2019 Diario Sumario

PRODUCCIÓN: 
Julia Conalbi y Stefanía Tomalino
ENTREVISTADOR:
Andrés Cottini

¿Cómo empezás tu día?
Desayuno en familia. Los chicos entran a las 9 al jardín es decir que a las 8, todos arriba. A las 8:30, me pasan a buscar a mí y ellos se van.

¿Qué tomás?
Yo tomo café, mi señora mate, así que me tomo mi café pero después dos o tres mates antes de partir.

¿Mate amargo dulce?
Mi señora lo toma amargo así que tomo mate amargo, pero me gusta dulce, amargo, con peperina, con café. 

Primeras semanas como intendente. ¿Qué cambió en tu día a día?
Básicamente estamos acomodando todas las áreas, eso lleva mucho tiempo de reuniones más que estar en la calle. Esto es una transición con una continuidad, es algo particular, ya que si bien es una gestión nueva, hay una continuidad con un equipo de gente que trabaja hace mucho.

Dos opciones
¿Cocinar o lavar?
Lavar
¿Día o noche?
Noche
¿Mar o montaña?
Montaña
¿Delivery o salir a comer?
Salir
¿Educación pública o privada?
Pública
¿Salado o dulce?
Salado
¿Truco o póker?
Póker
¿Asado al horno o parrilla?
Parrilla
¿Vino o fernet?
Fernet
¿Criollos o facturas?
Criollos
¿River o Belgrano?
Ahhh que duro… Belgrano
¿Marihuana legal o ilegal?
Legal para consumo propio
¿Bóxer o slip?
Bóxer
¿Perro o gato?
Perro

¿Y en tu vida privada?
Antes cortaba para venir a casa y ahora estoy comiendo directamente en la oficina. Entiendo que va a ser hasta fin de año, hasta que todo se ponga de vuelta en funcionamiento con los nuevos funcionarios.

Después de la jura del nuevo gabinete, estuviste en un bar con Belén y tu secretario, ¿Crees que vas a poder mantenerlo en tus años como intendente?
Sí, yo creo que no hay que cambiar la rutina. La gente es ubicada cuando a uno lo ven en familia comiendo, a menos que sea una urgencia. A lo sumo, coordino que me visiten en la oficina.

¿Qué lugares disfrutás de Alta Gracia?
Muchos. Voy seguido con los chicos al Sierras Hotel, había empezado a correr en la pista del óvalo, el García Lorca... Me gusta toda Alta Gracia y mi vida ha transcurrido igual desde los 12 años a hoy. 

Ping pong
de preguntas
Pasatiempo: Jugar con mis hijos
Fobia: El vértigo
Plato preferido: milanesa con papas fritas
Serie de TV: Breaking bad
Un libro: Cien años de soledad
Una película: Corazón valiente
Un sueño: ser intendente
Un emoji: “dedito para arriba”
Una virtud: la puntualidad
Un defecto: la puntualidad
Una canción: Los muchachos peronistas, de Hugo del Carril
Tenés el teléfono de algún famoso: Ricado Bochini
Nro. más frecuente: el de mi señora
Una frase: Aspiraciones altas, expectativas moderadas y necesidades simples
Una palabra: Gracias
Tatuajes: Sí, el nombre de mis hijos
 

¿Tenés alguna actividad económica privada?
La tuve antes de ser Secretario de Gobierno, en un estudio jurídico, pero me di cuenta que lo mío es la política y que me quería a dedicar a eso. Incluso antes, en mi primer año de concejal. Mi señora también es abogada y teníamos cosas en común y dije que no… 

¿Por qué estudiaste Derecho?
Porque era la carrera más amplia. Siempre que lo veo al fiscal le digo que me hubiese gustado mucho esa rama del derecho. Entiendo que la abogacía da muchas herramientas, una mirada global de muchas funciones desde lo administrativo hasta lo penal, lo civil, familia… Siempre tuve las ganas y las grandes dudas de estudiar psicología. No descarto de grande poder hacerlo.

¿Qué te atrae de psicología?
Me gusta mucho hablar, filosofar, saber el accionar de las personas. Si bien somos todos distintos, muchas veces tenemos cosas en común. Igual, lo mío siempre fue la política y ese era mi norte.

¿Eso te definió para estudiar Derecho?
Claro, básicamente eso. Yo me pregunté: ¿Qué me gusta? Me gusta la política. Bueno, ¿qué me da más herramientas? Las ciencias sociales y me enfoqué en abogacía. 

¿Qué te gusta de la política?
Me encanta la política porque me da la posibilidad de vivir todos los días conociendo la realidad de otros vecinos y tener las herramientas para poderlo cambiarlo. Siempre digo que cuando uno arranca en política, se choca con realidades muy distintas. Personas que tienen más posibilidades, menos posibilidades, que la pasan bien y que la pasan muy mal. La política te permite analizar todas las cuestiones que tienen que ver con la vida diaria y te da una sensibilidad social distinta a la hora de tener conciencia de lo que vive la gente.

¿Qué te pasa cuando vas a barrios donde la dificultad es mayor a la que tuviste vos?
Cuando me tocó ser director de relaciones institucionales, hice mucho trabajo en los barrios y empecé a chocar con realidades muy fuertes. Empecé a asimilar, y necesité una ayuda profesional. Te doy un ejemplo: pleno invierno, yo tenía al nene más grande mío que era un bebé y entraba a mi casa y mi señora me decía “Che, hace frío” y yo decía “No sabés lo que es el frío”. Porque venía de un barrio muy humilde con gente que lamentablemente no tenía puertas y uno que tiene la posibilidad de tener un calefactor, empieza a contrastar realidades y es muy duro. Me empecé a sentir culpable de las oportunidades que me dio la vida. Básicamente necesité ir al psicólogo para poder darle una razón.

¿Cómo te gustaría ser recordado?
Como un buen tipo. Cualquier gobernante te va a decir “yo quiero que me recuerden por las grandes transformaciones”, a mí me gustaría llevar el 100% de aguas y cloacas a la ciudad. Sé que no tiene rédito político pero le va a cambiar la vida a la gente para siempre en cuestión de salud y de ambiente. Es mi anhelo y estoy trabajando y peleando para eso. Ahora, si tengo que decir cómo me gustaría que me recuerden, como un vecino más que le tocó ocupar un cargo muy importante, que nunca cambió la forma de pensar, de ser, ni de tratar al resto. Como una persona que tiene sensibilidad social y que está para lograr un objetivo social y no un anhelo social. 

¿Cuánto gana el intendente?
Tengo entendido que alrededor de $100 mil. No me ha tocado todavía cobrar el primer sueldo. 

¿Crees que sería justo una reducción del sueldo de la planta política?
Sí y no, depende lo que uno tenga en cuenta. A la hora de conformar un gabinete para que la ciudad tenga profesionales avocados 100% las 24 horas, como entiendo yo que tiene que ser, tenés que competir con una parte del sector privado. Y están más o menos equilibrados. Obviamente el sector privado tiene mejores sueldos pero no son malos en la actividad pública. El problema es cuando empleados de planta, a través de la antigüedad y otros artículos, cobran más que un director. Ahí es cuando empiezan esas desigualdades que le cuestan mucho a quien conduce, a la hora de conformar el gabinete. Porque si le pedís a un ingeniero que esté en tal lado, y te dice “mirá, no me conviene” o “puedo ir un rato” no, entiendo que la actividad pública tiene que ser el 100%. 

¿Cuándo fue la última vez que te equivocaste?
Todo el tiempo. Y nos vamos a equivocar. El otro día hablaba con un grupo de funcionarios y se los decía. Nosotros administramos intereses de la gente y cuando uno toca los intereses de los de acá, por ahí perjudicás a los de allá. Lo que hay que tratar es de tener la claridad de escuchar siempre todas las campanas, de tener la mesura, de que cuando tome una decisión, lo haga en pos de algo superior. Después, equivocarnos, en una función en la cual estás tomando decisiones constantemente, nos va a pasar.

¿Cuándo fue la última vez que sentiste miedo?
Miedo… no quiero que suene soberbio, no tengo miedo. Conozco la función pública, conozco el rol que me toca hoy, de hecho el último tiempo tuve la suerte de, sin ser intendente, coordinar un gabinete.  

¿Sentiste en algún momento que perdías la elección?
No, la verdad que estaba muy tranquilo con el trabajo que había realizado. Te cuento una anécdota. A las 17.30 fui a un colegio y me vine a bañar porque había sido un día largo ese domingo. Estaba en casa con “el Beto” (secretario personal) y le dije: “Ya está. Hice lo mejor que pude. Di lo mejor de mí y la democracia es eso, que la gente elija una opción u otra”. Yo actué con sinceridad, no prometí cosas que hagan que una vez que gane les tenga que mentir a los vecinos, siempre tuve un discurso simple, conciso, una forma de accionar… no me contradigo mucho, puedo resistir. Sabía que se había achicado mucho el margen pero también sabíamos que íbamos a competir contra todos. Competimos contra un sector del kirchnerismo puro que fue con Diego Heredia;  contra el partido radical, el Pro, todos juntos y nuestro partido dividido. 

¿Qué es lo que más te gusta de Facundo?
Que es un ganador, en el buen sentido. Nunca piensa en el fracaso y no estoy hablando de una derrota electoral porque es parte. Es un tipo que ve el vaso lleno y siempre dice “vamos para adelante”. Eso es algo muy positivo y contagia. 

Lo que menos te gusta…
Él tiene sus formas y yo las mías. Creo que Facundo es mucho más verborrágico a la hora de transmitir cosas, cuando se enoja. Yo tengo un carácter más estable pero eso es personalidad. Él es el líder de este proyecto político y lo sabe. Sé que van a venir comparaciones, especulaciones y la verdad que le tengo muy poco miedo. Con Facundo tenemos un respeto mutuo en el cual él puede estar de acuerdo o no pero a través de distintos caminos, vamos hacia el mismo lugar. En dos años de Secretario de Gobierno, fui el funcionario que menos pasó por su despacho. Creo que fui dos veces y tomaba decisiones todos los días. Tuve total libertad a la hora de armar el gabinete. 

¿Cuál es tu mejor virtud?
Escuchar, trabajar mucho y rodearme de buena gente.

Y tu defecto…
Quiero cambiar todo muy rápido, obtener resultados rápido y eso puede ser un defecto. Soy muy impaciente. La puntualidad también es un defecto.

Estabas intentando dejar de fumar ¿Qué pasó?
El 2019 vino complicado, es la meta del 2020. Estoy tomando pastillas, pero soy muy ansioso. Espero poder ganar esa batalla.

¿Hay vida más allá de la política?
Sí, obviamente. Se postergan muchas cosas. Hace unos días salí a comer una pizza con amigos y me decían: “Che, Marcos, sos otro tipo”. Y bueno, tengo tres chicos y esto te lleva mucho tiempo. Sobre todo la cabeza. El teléfono es una herramienta que te vuelve esclavo porque le doy mi número a todo el mundo y recibo mensajes y llamados todo el tiempo. Tengo que aprender a ser intendente, recién empiezo. Sé de qué se trata y quiero seguir siendo una persona accesible. Intento estar en mi oficina y atender a todo el mundo porque no me gusta que se vaya una persona que me estuvo esperando. Quizás tenga que aprender a delegar un poco más. 

¿Cuántos mensajes recibís por día?
El otro día contaba e hice un promedio de 90 conversaciones nuevas por día. Por eso tardo en contestar. Hay veces que respondo a las 2AM o a las 3AM. Me siento en la computadora dos horas de corrido.

¿A qué hora termina tu día generalmente?
Depende porque hay muchos asados y reuniones, la vida política tiene mucho de eso. Trato de ser un padre presente, los duermo siempre yo. Por eso suelo llegar tarde a los asados pero no tengo un horario fijo. A eso de las 00:30.

 


 

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