“Si la fórmula hubiese sido Leandro Morer – Agustín Saieg, a lo mejor la realidad era otra”

Por Julia Conalbi

De nuestra redacción

 

Tiene 31 años  y es abogado al igual que su padre, Mario Saieg, conocido militante peronista que emigró al Frente Cívico de Luis Juez en 2003, tras un duro enfrentamiento con su primo Walter, con quien disputó la representación departamental en la Legislatura.

Agustín se sumó al Frente Cívico y hoy es presidente departamental de esa agrupación. Sin embargo, descartó a último momento la alianza con Alta Gracia Crece desviándose de los lineamientos provinciales y nacionales de su fuerza política. Decidió acompañar la conformación de Hacemos por Córdoba en Alta Gracia. Se siente parte responsable de la victoria de Marcos Torres Lima y María Cristina Roca y espera ocupar un cargo en el próximo gabinete municipal.

¿Qué valoración hacés de este 2019 electoral?
Arrancamos el año con algunas expectativas que después fueron cambiando. Hicimos un acuerdo político, local y generacional que hizo mucho ruido porque el Frente Cívico se incorporó a las listas de Hacemos por Alta Gracia. También esto tiene algunos antecedentes. Interactuábamos con algunos referentes de la UCR y el PRO pero siempre con la representación del Frente Cívico. Decíamos que éramos dentro de ese frente la justicia social o la pata un poco más peronista. Pero a decir verdad, quedamos inmersos en una interna radical entre (Mario) Negri y (Ramón) Mestre. Cambiemos propiamente dicho no tuvo un candidato a gobernador. Desde allí que nosotros en Alta Gracia empezamos a no estar tan cómodos, a sentir que estábamos en un espacio que no nos contenía. Hubo que tomar una decisión política y fue acompañar la fórmula de Marcos Torres y Cristina Roca.

¿Creés que esa determinación estuvo tomada porque de parte de Alta Gracia Crece, cuando se conformó la lista, los desplazó o no se les dio el lugar que sentís que merecían?
Hubo una serie de causas, esa es posible. Yo sigo teniendo buena relación con muchos radicales y ellos dicen, que como tienen cuatro concejales en la actualidad y un tribuno de cuentas, no tenían por qué ceder ante el ARI, ante el PRO ante el Frente Cívico. Bueno, está bien, después los resultados de las elecciones así lo reflejaron. En el peronismo, se venía vislumbrando un proceso de recambio generacional, dirigencial y también el peronismo de la ciudad de Alta Gracia abrió las puertas para un montón de actores que venían en disidencia como Duilio Silva, Federico Benegas o Rodrigo Martínez.

Por otro lado, la familia de Marcos y Facundo vive a media cuadra de donde yo vivía con mis viejos, jugábamos al fútbol juntos en la canchita de Las Carmelitas y siempre hubo una relación personal muy buena. Ambas partes sabíamos que hacíamos política por veredas distintas, pero nos poníamos de acuerdo en algunas cosas. Hubo varias cuestiones que fueron creando vínculos políticos. Después, ellos pierden una base importante de la otra parte del peronismo -estoy refiriéndome a Walter [Saieg]-  y eso había que suplirlo, era necesario llenar ese vacío y creo que ellos han sido inteligentes.

Marcos Torres ganó por alrededor de 700 votos, ¿creés que ustedes aportaron esa diferencia?
Sería una responsabilidad enorme. Nosotros, lo que sí, a diferencia de varios socios y actores, tomamos la decisión desde un primer momento. No nos presentamos en las PASO, hicimos reuniones barriales. Estamos contentos por el trabajo que hemos aportado desde la militancia. Sería una responsabilidad muy grande atribuirnos la victoria, pero sí sabemos que hemos aportado, y mucho. No nos podemos atribuir la diferencia, pero sí nos sentimos responsables de la victoria, por supuesto. Como te digo que si en su momento, la fórmula de Alta Gracia Crece hubiese sido más generosa, por ejemplo “Leandro Morer – Agustín Saieg”, a lo mejor la realidad era otra. O si hubiera sido un candidato radical, un vice del PRO y un primer concejal de Frente Cívico. Ellos entendían que la fórmula debía ser puramente radical, que el primer concejal también al igual que el segundo y el tercero fue Ricardo González. Está bien, ellos habrán pensado que les alcanzaba solos. 

Marcos Torres ha anunciado que con los distintos sectores que se han unido a Hacemos por Córdoba se forma un equipo de gestión ¿Qué ofrecimientos tenés?
Nosotros le hemos acercado a Marcos un proyecto de viviendas de una organización muy importante a nivel nacional. Todavía no está definido el futuro gabinete y eso depende también de qué personas necesite Facundo si se llega a ir a un ministerio, como se está hablando.

Si pudieras elegir, ¿qué lugar te gustaría?
Alta Gracia está nutrida por muchas instituciones o relaciones intermedias y me gustaría estar en esa área, trabajando con los distintos actores.

¿Qué expectativas te genera la gestión de Marcos Torres a partir del 11 de diciembre?
Las mejores en el sentido de que si bien es una persona joven, tiene una vasta trayectoria política. Pero además también teniendo en cuenta que vivimos una situación económica latinoamericana y nacional complicada. Sin dudas que el gobierno de Marcos va a tener que ser un gobierno social, la gente está acostumbrada a muchas obras porque el Gobierno Nacional mimó como a ningún gobernador a Schiaretti y eso permitía que él, a su vez, bajara fondos a las ciudades más importantes. Sin dudas también que también tiene un cariño y un afecto importante con Alta Gracia o con Facundo. Eso permitió tener innumerables obras. Ahora, creo que eso, no digo que no vaya a estar, pero va a estar reducido. Schiaretti prometió en su campaña 60 polos industriales y dice que uno va a venir para Alta Gracia. Para nosotros eso es clave, porque siempre cuando hablo con Marcos le digo que nos tenemos que ir de esta gestión sabiendo que hemos hecho muchos puestos de trabajo para la gente. 

¿Creés que el cambio de gobierno nacional afectará la posibilidad de obras en la Provincia y en la ciudad?
Esperemos que no, porque yo creo que Alberto Fernández o el kirchnerismo han tomado nota de cómo Córdoba los ha castigado electoralmente por cómo Cristina los ha discriminado por no llevarse bien con De la Sota.