Sólo recuerdos

Edición Impresa 08 de octubre de 2010 Diario Sumario
El servicio del ferrocarril llega en 1891 hasta principios de 1992 a Alta Gracia, éste ramal venía desde Buenos Aires, brindado por el Ferro Carril Central Argentino, hasta 1948 que el presidente Juan Domingo Perón compra para el Estado los ferrocarriles a los ingleses y ésta línea pasa a llamarse General Mitre. No era un servicio directo dado que partía desde Río Segundo, lugar por el que atravesaban los trenes que venían de Buenos Aires, y cruzaba por la estación de Alto Fierro. A partir de la llegada del ferrocarril a la Villa se produjo un cambio económico que de a poco permitió la instalación de comercios, industrias y empresas relacionadas con el turismo, dado que este medio de transporte motivó la visita de turistas de la capital Federal y de Córdoba, sobretodo. En 1911 esta empresa comenzó con la explotación de las canteras de minerales y trajo aparejado el crecimiento del sector poblacional del sudoeste de Alta Gracia, adquirieron un paraje en esa zona, llamado “El Cerro” (el pilar para el funcionamiento del ferrocarril), de allí se extraían piedras de las canteras que luego se trasladaban hacia la molienda donde eran trituradas. El servicio contaba con trenes de carga, que transportaban mercaderías para el comercio local y el material de las canteras, y el servicio de pasajeros, que funcionó hasta 1977. La estación que existía aquí era considerada de primera categoría dado que contaba con todos los servicios: carga, pasajeros, encomiendas y bagajes, depósito de locomotoras. En el predio se encontraba en un edificio que parte de él era utilizado como vivienda para el jefe, donde funcionaban oficinas, boletería y depósito de herramientas. A metros del predio de la estación, a principios de 1920 se inauguró el Hotel “Quinta La Florida”, situado en la primera cuadra de Av. Del Libertador, donde hoy se encuentra el Correo y Escuela Normal Superior, fue creado principalmente para que los empleados del ferrocarril tomaran sus vacaciones en la ciudad, ya que era uno de los puntos principales turísticos del país, y otro motivo de su creación fue una necesidad de crear plazas hoteleras, dado que el Sierras Hotel no daba abasto con la demanda. Se crearon a lo largo del tiempo nuevos puestos de trabajo que estaban relacionados con esta incorporación y que fueron producto de las decisiones y tratativas de las comisiones directivas de organizaciones sindicales ferroviarias, La Fraternidad y La Unión Ferroviaria. En 1941 comenzaron los trabajos de la “Colonia Ferroviaria Evita” y terminaron en 1952. Ésta colonia está ubicada en La Paisanita, conformada por ochenta y ocho chalets, un gran salón comedor, bar, pileta de natación, cancha de bochas y un parque con especies autóctonas. Y en frente de la colonia se construyó una Escuela, actualmente llamada Domingo Faustino Sarmiento. Otra adquisición fue el antiguo Sanatorio Pattin, el cual paso a llamarse en 1946 “Centro Tisiológico Ferroviario Alta Gracia”, el mismo estaba destinados a la curación de empleados ferroviarios y sus familiares. Era un centro médico que contaba con buena tecnología para la época, con el correr de los años ampliaron sus especialidades médicas e incorporaron el área de salud mental y fue llamado “Policlínico Ferroviario”. No se puede dejar de mencionar a algunos de los ferroviarios que fueron parte y actores en esta historia en las últimas cuatro décadas del ferrocarril, y muchos de ellos lucharon por brindar trabajo a los habitantes de la ciudad y un bienestar para sus afiliados, algunos de ellos fueron: -Maquinistas- Julio Ortiz “El Santiagueño”, Arnoldo Sisterna “Quebrachito”, Antonio Montoya, Artemio Prada “El Cabezón”, Eduardo Díaz “Chipaca”, Lescano “Masita”, Dante Lescano, Eliseo Acosta “El Sapo”, Antonio Barbeito, Giacomini “El Gringo”, Dardo Acosta “La Llorona”, Santos Ferraro “El Gringo”, Oscar Farias, Moreno, Raymundo Martínez “El Loco”, Luis Alarcón , Adolfo Barrera, Miguel Altamirano “El Perro”, Felipe Carranza, José A. Sisterna, Juan Carlos Bustos, Julio Finot, Jorge Filoni, Juan Carlos Díaz, Juan Carlos Rusconi, Adalberto Sosa, Saúl Cires. Foguistas: José Agüero “El Abogado”, Juvenal Agüero “El Burro”, Dante Lescano “Bombilla de Lata”. Jefes: Moisés Dlugovitzky, Waldino Aguirre, Eliseo Vázquez, Francisco Gilli, Mateo Albazeita, Américo Palomeque, Yansito, Lanoscú, Storani, Julio Prada, Toledo, Alberto Ferreyra, Lino Bienvenido Rollan “El Gringo”, Rubén González. Auxiliares: Antonio Digilio, Juan Giovanini, Emilio Juncos, José Ramírez, Jorge Albaizeta, Rolando Parissi, Vicente Margot, Julio Vicente Prada “El Loco”, Carlos Monti. Boleteros: Tiburcio López “Lopecito”, Tito Pons. Revisador de vehículo: Pedro Maidana, Roberto Masciotta, Dante Refosco, Alfredo Maggi “El Viejo”, Héctor Genari, Llamador: José Heredia, Nicolás Di Giacomo, Vicente Ferreira, Mateo Chacoma, Guardas: Mario Britos, Correa “El Sordo”, Gálvez Ruiz, Luis Guillermo Romero, Márquez “El Mono”, Rubén Farías.
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