Alta Gracia al podio de barrios populares

EDICIÓN IMPRESA - INFORME ESPECIAL

Edición Impresa 16 de agosto de 2019 Diario Sumario

Por Andrés Cottini
De Nuestra Redacción

En los últimos 30 años, la población de Alta Gracia creció aproximadamente un 70 por ciento, si se tiene en cuenta que allá por el ’91 la ciudad tenía 37 mil habitantes y hoy se estima que son cerca de 60 mil los altagracienses. Este crecimiento -que se dio en todo el país- estuvo atravesado por medidas económicas que generaron excluidos sociales que se asentaron en tierras desocupadas. La situación afectó en forma sustancial a la ciudad de Alta Gracia que, pese a estar sexta en el ranking de densidad demográfica de la Provincia, se encuentra tercera en cantidad de barrios populares, junto a Villa María.  

Según el Renabap (Registro Nacional de Barrios Populares) son aproximadamente 530 las familias que viven en barrios populares en Alta Gracia. “La condición para estar en el Registro es que cumplan tres requisititos: que sea un conglomerado de ocho viviendas o más; que falten dos de tres servicios públicos básicos como luz, agua o cloaca formal; y que haya un problema de regularización de las tierras”, explica Noelia Feldman, de dicho organismo En la ciudad están registrados barrio 1º de Mayo, el loteo 8 de Agosto, barrios Sabattini y La Perla. Si bien son 270 los certificados reales, se calculan que son 530 las familias afectadas porque en muchos casos, en una misma vivienda viven dos o tres familias. 

¿Es mucho? ¿Es poco? Por supuesto que solo una vivienda es suficiente para que el Estado deba involucrarse, pero el problema toma dimensión cuando se compara con otras ciudades de la Provincia. Villa Carlos Paz, donde se estima que la población roza los 90 mil habitantes, es decir, un 50% más que Alta Gracia, tiene 300 familias que viven en los únicos dos barrios populares de la ciudad turística. ¿Por qué entonces hay tantas familias afectadas en Alta Gracia?

Política de no hacer
Según la altagraciense Paula Ávila Castro, Politóloga, magíster en Sociología e integrante del colectivo de investigación “El Llano en Llamas”, “Lo que ha habido en la historia de Alta Gracia es una ausencia, una falta de políticas públicas locales vinculadas a la vivienda. Eso puede llegar a ser una parte de por qué hay más barrios populares que en Carlos Paz. Si bien los municipios no hacen este tipo de planes, los implementan a través de programas Provinciales o Nacionales pero hasta hace muy poco, no hubo políticas públicas en ese rubro. Es compleja la situación y los avances vienen siendo mínimos, pero que haya barrios populares tiene que ver con una política de ‘no hacer’ pero una política al fin”.

A su vez, Ávila Castro explica que: “También tiene que ver cómo se fueron poblando los barrios populares, qué características tiene el crecimiento y qué se hace con eso. Por ejemplo, en el asentamiento Sabattini, en la calle Rawson, las políticas fueron delimitar, reprimir cualquier tipo de crecimiento, alambrar y desalojar. Tal como detalla en "Hábitat, mujer y organización: la historia de la Asociación civil 8 de Agosto de Alta Gracia": “Recién a fines de los años 2000, se llevaron adelante algunos intentos como el Plan Hogar Clase Media del Estado Nacional, el Programa provincial Vivienda Digna o la construcción de inmuebles de manera privada por acceso al crédito del programa nacional Procrear. Estas acciones dispersas, insuficientes, estaban destinadas a familias de clase media y no a sectores populares” (…) “Si bien se sancionó en 2009 el Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial de Alta Gracia – continúa el texto - el crecimiento de la ciudad fue escasamente planificado y más bien librado a los intereses especulativos del mercado inmobiliario, lo cual ha provocado que los sectores socioeconómicos más bajos se vieran en serios problemas respecto del acceso a la tierra y la vivienda por la falta de respuestas habitacionales”.

Beneficio del Renabap
Uno de los mayores riesgos para quienes habitan tierras con problemas de títulos, es la siempre posible orden de desalojo, como sucedió en reiteradas oportunidades en la ciudad, la provincia y el país. Martín Hissa, abogado especializado en cuestiones territoriales y que está involucrado en el barrio La Perla, explicó que: “Los barrios que estén dentro del Renabap tienen el derecho a un certificado de vivienda. Con ese certificado, obtenés ciertos beneficios, por ejemplo, se declara sujeto a expropiación, lo que posibilita la obtención de título; se suspenden los desalojos por un plazo de cuatro años y te brinda la posibilidad de que un vecino pueda pedir instalaciones domiciliarias de servicios”.  

La calle y el Concejo
En lo que va de 2019, signado por elecciones, ya han sido varias las veces que vecinos de dichos barrios se manifestaron, cortaron calles, colocaron una carpa e incluso se dirigieron al Concejo Deliberante para exigir obras. Hoy -teniendo en cuenta el registro del Renabap- son más de 2.000 personas de Alta Gracia quienes tienen problemas con el acceso a una vivienda digna. A poco más de un mes de las elecciones generales a intendente, algunos prometen ocuparse de esa problemática y hasta de crear una Secretaría de Tierra. Tal como lo sintetiza Paula Ávila Castro, “La vida en la ciudad es un derecho que debe ser disfrutado por todos e implica acceso a servicios urbanos e infraestructura. Cuando en una ciudad existen tantas desigualdades socioeconómicas, atender la situación de los barrios populares debería ser una prioridad”.
 

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